Tulio Loza es Camotillo el Tinterillo, podríamos suponer que un estudiante de derecho -Loza realmente estudió derecho en la Universidad Nacional de San Marcos en los 60´s- que no terminó la carrera y se metió de político o más bien de demagogo, su sketch consiste en un balcón, que emula el estrado desde donde hablan "los políticos", lo acompaña Piquichón, que es su comparsa, quien los adula siempre en verso y termina vapuleado por la respuesta de Camotillo, quien ayudado también del verso va con el doble sentido generando un humor particular, indispensables son también dos chicas que lo acompañan, esto lo incorporó a partir de su programa de TV "La Revista de Tulio" donde se presentó con smoking y escoltado por las modelos.
Camotillo critica la política y las costumbres peruanas, y por ello Tulio Loza fue deportado por el gobierno del General Juan Velasco Alvarado en la década de los 70's y emigró a Argentina.
Con Bernardo Arias participó en la película Allpa Kallpa largometraje premiado con el segundo lugar en 1975 en el Festival Internacional de Cine de Moscú, pero vetada en Perú y Argentina por considerarla subversiva. En esta película aunque el personaje no es propiamente Camotillo en realidad esta muy presente:
En la primera parte del film podemos ver la caracterización de Nemesio Chupaca, el celebre personaje que elaboró y supo hacer famoso Tulio Loza a partir de la década de los 60. Es la imagen del típico migrante que viene a Lima buscando superación y un mejor status y cae en una serie de problemas que hacen que su vida transcurra entre lo jocoso y lo cotidiano. Postula a la Universidad (acá una de las primeras imágenes de esa Lima que se fue, el examen con balotas de preguntas que se efectuaba en San Marcos hasta antes de la década de los 70) y no logra su ingreso, pero miente a sus coterráneos, incapaz en reconocer su fracaso en aquella “Gran Lima”, haciéndoles creer que es Doctor en Derecho. Una vez que decide retornar a su pueblo (el pintoresco poblado de “Pichiuchiuchiu” que simula ser una población recóndita del departamento de Apurimac, pero es en realidad la población de Huasao, Cusco) es recibido con gran alegría por los humildes campesinos que lo vieron crecer desde niño, considerando que él, con su conocimiento de las leyes, bien podría defenderlos de los abusos del “patrón” Vaca de Castro (caracterizado por un convincente Hudson Valdivia, y en su juventud por un sorprendente Ramón Mifflin).
Entonces es cuando el personaje central se entera (tanto por lo que observa en su entorno como también por las referencias de su ex profesor de escuela “Mataburros”) de los continuos abusos que el hacendado ejecutaba en contra de la población aborigen. Podemos ver en la película la ridiculización del “pongo” (que tan bien supo retratar el escritor apurimeño José María Arguedas); los abusos sexuales en contra de las hijas de los campesinos (el derecho de “pernada”) o el “chaco humano” ejecutado contra algún comunero que hubiera osado enfrentar la autoridad de los hacendados, quienes creían que los indígenas de su territorio eran poco menos que cosas sobre las que podían disponer a su libre albedrío. Por ser un mentiroso y un cómico la gente del pueblo pierde las esperanzas en él, pero las circunstancias hacen que deba decidir enfrentar al gamonal y castigarlo por toda esta estela de abusos reiterados.
Pasada ya esta etapa de la historia peruana y con el gran efecto en la memoria colectiva que dejo la violencia vivida en el Ande a partir de la década de 1980, son pocos los trabajos que desde el campo historiográfico se efectúan actualmente por desentrañar las causas de aquella misma violencia y el aprovechamiento de los factores sociales que la desencadenaron y sobre los que tomó ventaja Sendero para incentivarlos. En 1977, Wilfredo Kapsoli (conjuntamente con otro grupo de intelectuales sanmarquinos como Manuel Burga, Wilson Reategui, Manuel Valladares, Antonio Rengifo, además del francés Jean Piel y Alberto Flores Galindo) publicó el libro titulado “Los Movimientos campesinos en el Perú 1879-1965” en el que hace un recuento de dichas revueltas en las cuales se pretendía frenar los abusos ejecutados tanto por el Estado peruano como –principalmente- por los hacendados. Así para el caso específico de Apurimac (que es el tema sobre el que gira la película) se refiere citando al gran historiador de la República don Jorge Basadre (en el Tomo II de su Historia de la República, pág. 562): “En Andahuaylas los indígenas prestaban servicios gratuitos al hacendado, al cura, al juez, al abogado, al alcalde. Estos por ser autoridades o tener una posición social algo distinguida no querían vivir del trabajo de sus propias personas sino del sudor del indio”. (Richard Chuhue "Historiadores peruanos - Peruanistas" en: http://summahistoriae.blogspot.mx/2010/02/allpa-kallpa-la-fuerza-de-la-tierra.html)
Tulio Loza y Camotillo el Tinterillo son parte de la cultura popular peruana que resisten la violencia de gobiernos y sistema con un recurso tan antiguo como la humanidad: la risa, y por ello se convierten en catarsis liberadora que si bien no llega a solucionar los problemas al menos sirve como denuncia y constancia histórica del drama humano ¡qué paradoja!
Camotillo el Tinterillo
Allpa Kallpa, película completa: